Son muy corteses. Extremadamente corteses. Para cualquier forastero sensato pueden parecer demasiado corteses. Atendí al público en el centro de Londres y aún hoy tengo que hablar por teléfono a diario con cockneys descontentos y, aunque la clientela es variopinta, he aprendido que cuando me enfrento a un verdadero gentleman (o lady) inglés tengo que pasar a Modo Cortesía Masiva. No es extraño verte inmerso en un bucle de thankyous y sonrisas del que tienes vagas nociones de cómo ha empezado y del que definitivamente no tienes ni idea de cómo salir. En una transacción sencilla de menos de 30 segundos puedes fácilmente contar ocho o diez thankyous... por cada parte. Para una persona normal, con una educación continental media, puede ser desorientador y es difícil seguir el ritmo sin sentir que se está incurriendo en algún tipo de pantomima. No es el caso, os lo prometo, son así. Y, de hecho, no corresponder al tornado de pleases, thankyous y welcomes puede ser considerado muy rude. Así que he pensado que os pueden interesar unos consejos, y un análisis más detallado del fenómeno. Primero, dos consejos básicos: acabe como acabe la frase que hayas dicho, siempre puedes (y debes) añadir un thankyou al final. Incluso aunque la frase acabase con un agradecimiento, puedes decir thank you, thank you, no pasa nada. Está bien. Las preguntas, si son indirectas, mejor. Nada de preguntar a quemarropa, así a lo bruto. Mejor empiezas la frase por "I was wondering if..." o algún otro subterfugio que te permita preguntar sin signo de interrogación. Como sin molestar.
Pero no te dejes engañar: son corteses, pero son humanos, así que han desarrollado estrategias, matices imperceptibles en la entonación, gestos sutiles, que les permiten ser extremadamente bordes cuando el cuerpo se lo pide, eso sí, manteniendo la compostura y flema británicas. He descubierto que el inglés es el único idioma del mundo (hasta donde llega mi, por otro lado escaso, bagaje lingüístico-cultural) donde "Thank You" puede querer decir "eres tonto" y "I am sorry" puede perfectamente significar "que te follen, zorra". Sería algo así: "I have told you
the black one. Thank You." Profundicemos en el detalle, porque el texto llano y escrito no refleja fielmente todo el proceso: Se debe hacer enfatizando y ralentizando la entonación en "the black", para que se note que el otro es medio lelo y no había entendido a la primera, y escupiendo el thank-you lentamente y desde el paladar, levantando ligera -pero perceptiblemente- el labio superior y pegando dos pequeños y firmes cabezazos afirmativos al final de la frase, uno por sílaba. El labio superior se deja arriba el tiempo que consideremos necesario, hasta que el lenguaje no verbal del interlocutor nos diga que definitivamente ha entendido el insulto. El susodicho nos puede contestar entonces: "I know, madam/sir, though I have
no black ones left,
I am sorry." En este caso conviene acentuar también el I am sorry y ladear ligeramente la cabeza, alejando la barbilla, hasta mirar al contrincante -verbal- desde un solo ojo, e incluso arquear las cejas y apretar los labios mientras se levanta una -y solo una- de las comisuras de los labios (yo recomiendo la más alejada). Si se siente uno inspirado puede incluso finalizar el escorzo encogiéndose de hombros. La conversación, pues, se podría traducir por: "que te he dicho que el negro, mongol". "No quedan, te jodes.".
Lo importante es mantener la compostura. Un please o un thank you al final de cada frase, o los dos a la vez. Mejor los dos a la vez. No inmutarse por insultante que parezca la interacción. Si te cargan mucho conviene recordar que la inglesa ha sido, de lejos, la metrópolis más cruel de la historia universal, desde la guerra del opio en China hasta los nativos americanos, pasando por media África y el inmenso subcontinente Indio, por no hablar de irlandeses, escoceses, galeses, cien años contra Francia, la batalla de Trafalgar, Margaret Thatcher y el sistema financiero mundial. Así que contrólate, sonríe y da las gracias. Por si acaso.